Los puntos negativos de la inteligencia artificial
En el mundo digital en el que vivimos, la tecnología ha sido una gran aliada en nuestro día a día. Sin embargo, con la llegada de nuevas herramientas basadas en la inteligencia artificial, nuestra relación con lo digital se ha elevado a un nuevo nivel. Pero, aunque esta tecnología tiene un lado positivo, la inteligencia artificial también tiene puntos negativos.
Entre los puntos negativos de la inteligencia artificial podemos destacar las cuestiones éticas y morales, la falta de habilidades cognitivas, el alto coste de implementación y la amenaza a los puestos de trabajo que actualmente ocupan los seres humanos.
A pesar del gran impacto positivo que esta nueva tecnología ha traído a la sociedad, ¿el uso de la inteligencia artificial solo tiene aspectos positivos? En este artículo conocerás los puntos negativos de la inteligencia artificial, para que puedas valorar si vale la pena utilizarla o no.
¿Qué es la inteligencia artificial?
Ya hemos explicado aquí en AppTuts qué es y cómo funciona la inteligencia artificial (IA). Básicamente, es un área que busca crear programas y sistemas capaces de realizar tareas que antes solo podían ser hechas por humanos. Esto es posible gracias al uso de modelos matemáticos que permiten crear soluciones que pueden ser aplicadas en diversas áreas de la vida, como la industria, el marketing y el entretenimiento.
Estos sistemas también son capaces de aprender de la información recogida en bases de datos, lo que les permite tomar decisiones precisas y mejorar su rendimiento con el tiempo.
¿Cuáles son los puntos negativos de la inteligencia artificial?
Aunque es más común hablar de las ventajas en el uso de esta tecnología, es importante conocer también las desventajas que pueden surgir con su empleo. A continuación, presentaremos una lista con algunos puntos negativos y preocupaciones en torno al uso de la inteligencia artificial.
1. Cuestiones éticas y morales
El uso de la inteligencia artificial plantea varias cuestiones éticas y morales como, por ejemplo, la posibilidad de reproducir prejuicios y discriminaciones ya presentes en la sociedad.
Dado que un sistema de inteligencia artificial no tiene opinión propia, sino que está programado para tomar decisiones basadas en información recogida en bases de datos, es posible que esta información esté influida por prejuicios y estereotipos ya presentes en internet y en la sociedad en su conjunto. Esto puede dar lugar a resultados discriminatorios o injustos para determinados grupos o individuos.
Otro punto que debemos considerar es la cuestión de la responsabilidad por las decisiones tomadas por los sistemas autónomos. La inteligencia artificial puede tomar decisiones que afecten a la vida de las personas, y esto puede ser preocupante si estas decisiones no se toman teniendo en cuenta la ética humana.
Se trata de una cuestión compleja porque las máquinas no tienen la capacidad de comprender o aplicar principios éticos. Por lo tanto, es importante que los desarrolladores de sistemas de inteligencia artificial consideren cuidadosamente las implicaciones éticas cuando se diseñan estos sistemas.
2. Falta de capacidades cognitivas
Aunque estos sistemas pueden realizar tareas complejas y demuestran ser cada vez más inteligentes con cada actualización, la capacidad cognitiva de las máquinas no puede compararse con las capacidades cognitivas de los humanos.
Un sistema de inteligencia artificial no es capaz de comprender los matices más sutiles del lenguaje humano, como el humor, la ironía o el sarcasmo. Además, comprender las cuestiones más sutiles de la mente humana, como los sentimientos, la motivación y la influencia del entorno social, es muy difícil para las IA.
Estas limitaciones cognitivas de la inteligencia artificial pueden ser preocupantes en situaciones en las que comprender estos aspectos es crucial para la toma de decisiones. Por eso es fundamental que haya supervisión humana en el uso de estos sistemas.
Aunque existan estas limitaciones, las inteligencias artificials pueden hacer cosas increíbles, como estos 4 sitios web para crear texto con inteligencia artificial.
3. Amenaza para los puestos de trabajo
Este es, sin duda, uno de los puntos más negativos de la inteligencia artificial. Uno de los mayores temores relacionados con el empleo de la inteligencia artificial en tareas profesionales ha sido la amenaza que supone para los puestos de trabajo. A medida que esta tecnología se desarrolle, muchas de las tareas que antes realizaban los humanos podrán automatizarse, lo que podría llevar a que los trabajadores fueran sustituidos por máquinas.
Este impacto no es nada nuevo, como puede verse en la industria, donde los robots se utilizan desde hace tiempo para realizar tareas repetitivas y peligrosas. Sin embargo, con esta tecnología cada vez más popular y su uso más extendido en todos los segmentos profesionales, los sectores que requieren habilidades intelectuales también se verán impactados por la inteligencia artificial.
Existe consenso en que la sustitución de trabajadores por máquinas también puede provocar la pérdida de puestos de trabajo y un aumento de la desigualdad económica. Ante este reto, los gobiernos, las empresas y la sociedad en general deben debatir formas de mitigar los impactos negativos de la aplicación de esta tecnología.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo en que las inteligencias artificiales tengan el potencial de acabar con puestos de trabajo. Para muchos, son solo herramientas para aumentar la productividad y deben ser utilizadas.
4. Mayor dependencia de la tecnología
Aunque la tecnología ha aportado muchos beneficios a la sociedad, la dependencia de ella es un verdadero problema en muchos sectores. Cuando se trata de inteligencia artificial, esta dependencia puede ser aún mayor, ya que es capaz de realizar tareas en nuestro nombre y ahorrarnos tiempo.
Algunas personas se acostumbran tanto a utilizar la inteligencia artificial que acaban perdiendo la capacidad de realizar tareas por sí mismas. Este comportamiento, además de tener un impacto negativo en el desarrollo personal, puede llevar a la pérdida de habilidades y competencias importantes.
Además, el uso excesivo de la tecnología puede provocar problemas de salud física y mental. Interactuar con la tecnología durante muchas horas seguidas puede provocar la aparición de síntomas como dolores de cabeza, fatiga visual y lesiones por esfuerzo repetitivo. La salud mental también puede verse afectada por el aislamiento social.
5. Elevado coste de implantación
Aunque las herramientas que emplean inteligencia artificial pueden parecer sencillas e intuitivas, su creación e implantación suponen costes bastante elevados para las empresas. Esto incluye importantes inversiones en hardware y software especializados, que en muchos casos pueden hacer inviable su uso.
Para crear un nuevo servicio basado en inteligencia artificial, hay que desarrollar algoritmos a medida para satisfacer las necesidades específicas de ese servicio, lo que puede ser una tarea complicada y requerir importantes recursos. Además, la aplicación también puede requerir hardware y software especializados.
Sin embargo, los costes que supone mantener un equipo especializado en implantar y mantener una herramienta de inteligencia artificial pueden representar uno de los mayores gastos que tendrá una empresa si decide ofrecer este servicio.
6. Necesidad de profesionales altamente especializados
Desarrollar e implementar sistemas de inteligencia artificial requiere un complejo conjunto de habilidades y conocimientos. Un equipo de desarrollo de herramientas en esta área puede incluir ingenieros de software, científicos de datos, expertos en aprendizaje automático, entre otros profesionales.
Estos profesionales deben tener profundos conocimientos en algoritmos de aprendizaje automático, redes neuronales, sistemas de procesamiento del lenguaje natural y otras disciplinas relacionadas, que pueden ser incluso más complejas y avanzadas.
Además, es importante destacar que estos conocimientos no pueden reducirse únicamente a una comprensión teórica de estas áreas. Es necesario tener experiencia práctica en programación y resolución de problemas complejos para poder implantar y optimizar sistemas de inteligencia artificial realmente eficaces y disruptivos.
La falta de estos profesionales altamente cualificados en el mercado laboral actual puede provocar una ralentización del ritmo de avance de esta tecnología.
¿Es realmente una amenaza la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial, como cualquier otra tecnología, tiene sus pros y sus contras. Aunque en sí no es una amenaza, su uso indebido puede ser preocupante. Por desgracia, los individuos malintencionados y los ciberdelincuentes pueden utilizar esta tecnología para fines nefastos, como crear videos deepfake, difundir noticias falsas e incluso desarrollar nuevos tipos de virus.
La inteligencia artificial es una tecnología importante que puede aportar grandes beneficios a la sociedad. Sin embargo, es esencial que esta evolución se produzca a un ritmo que permita la supervisión humana para mitigar posibles impactos negativos. Además, pueden ser necesarias leyes y reglamentos para abordar las cuestiones éticas vinculadas a esta nueva tecnología.